Tanto silencio que atormenta, sumida en la oscuridad, la niebla que venda sus ojos comienza a evaporarse, dejándose entrever un amplio terreno sin vida… Sin saber cómo ha llegado hasta allí y mucho menos como salir, pasea observando las sepulturas…
Esperanza, amor, alegría, miedo, inseguridad, tristeza, dolor, confianza, desconfianza, angustia, desesperación, nostalgia, odio, orgullo, melancolía, ira, insatisfacción…
La tenue luz de una luna que yace no evita el poder leer a la perfección cada una de las lápidas, sin embargo, no la encuentra, no está, la única por desenterrar, la única por rescatar, y no se encuentra en su cementerio…
¿Dónde estás? ¡Ayúdame! ¿Dónde estás?
La angustia se apodera de su alma, corriendo en círculos, buscando aquello que no puede encontrar y ansía desesperadamente...
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